¿Sabías que el cerebro puede crecer?
El cerebro de las personas puede cambiar y crecer a lo largo de la vida estimulado por el entorno. Para esto se necesita ejercitarlo.
Según la neurociencia existen evidencias de la plasticidad del cerebro, estas indican que puede cambiar su estructura y configuración. La neurociencia es un campo de la ciencia que estudia el sistema nervioso, cómo se organiza, desarrolla y funciona para generar cognición y conducta.
Ahora bien ¿Cómo es que el cerebro puede crecer? La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del sistema nervioso para realizar cambios en los diferentes niveles del sistema nervioso como reacción a la diversidad del entorno. Estas modificaciones se representan en estructuras moleculares, cambios en la expresión genética y comportamiento.
Esto puede darse en cualquier etapa de la vida humana, sin embargo, se produce con mayor facilidad en los cerebros que se encuentran en pleno desarrollo como es el caso de niños y adolescentes. A partir de los 25 años aproximadamente, empezamos a perder volumen cerebral de forma natural y de manera lenta. La materia gris se deteriora y se reduce, cambia la microestructura de las neuronas y las conexiones de la corteza cerebral.
Estos cambios producen que podamos mejorar nuestra capacidad mental, dada por:
- Memoria
- Atención
- Inteligencia
- Intuición
- Capacidad cognitiva en general
¿Cómo estimular el crecimiento del cerebro?
Aprender o ver cosas nuevas: Inscribirte a un curso, leer, escuchar podcast, participar de una charla o workshop, ampliar nuestra red de contactos. En resumen, el acceso a la novedad o a lo diferente. Todo ello conlleva la activación de los circuitos neuronales, es decir, tus patrones de funcionamiento del cerebro que empieza a activar tu neuroplasticidad.
Cambiar nuestro punto de vista: Esto también puede aplicarse en casa, como cambiar de lugar a la hora de sentarnos a comer. Cambiar de sitio ayuda a ver la realidad de una manera diferente. También se puede aplicar en distintos ámbitos de nuestra vida diaria: el gimnasio, colectivo, playa de estacionamiento, etc.
No utilizar la mano dominante: El tercer punto para ejercitar la plasticidad neuronal sería utilizar la mano no dominante, es decir, la izquierda si somos diestros o la derecha si somos zurdos. Y no sólo al escribir, sino para todas las actividades cotidianas que tendemos a realizar, como puede ser comer o lavarse los dientes.
Actividad física: ejercitarse, ya sea a través de caminata, yoga u otro tipo de ejercicios como la meditación. Ejercitarse es algo que se da no solo a nivel físico, sino también mental: a través de crucigramas, sopa de letras, sudoku, encuentra las diferencias, etc.
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